top of page

POSTS RECIENTES: 

SÍGUEME:

  • Black Twitter Icon
  • Black Instagram Icon

Idiota

  • Foto del escritor: Carla Messori
    Carla Messori
  • 2 nov 2018
  • 2 Min. de lectura

Llevo semanas ahogándome en la autocompasión, rabia, frustración libros, comida y las ganas interminables de no dejar de dormir, solo salía cuando era estrictamente necesario.

Estoy leyendo en mi cama, no quiero responder pero detesto la luz que me indica que hay una notificación pendiente, y de todas las personas con las que podría hablar esta noche tenía que ser él -¿no?- el idiota número uno, a la única persona a la que respondí para sacar mi odio y frustración a flote.

¿Por qué? No tenía ni idea la verdad, no sé qué me llevo primero a responderle, y mucho menos a que me llevo a darle respuestas cargadas de odio -bueno si, tal vez lo sabía- no lo odiaba, o sea sí, pero no.

Me gustaba mucho, admito que mucho, pero yo solita me metí en la boca del lobo, nadie me obligo, yo lo quise tal como una niña malcriada quiere un dulce y lo tuve, sabia de su fama y aun así no me importo, entonces ¿Cuál era mi maldito problema? ¿Por qué lo odie cuando decidió desaparecer de a poco de mi vida?

No era que fuera el chico más tierno con el que haya salido, ni el más atractivo, era un grandísimo idiota, la valía mierda la opinión de los demás (tengo que admitir que eso me gustaba), pero a veces si yo tenía suerte me daba cuenta de que tenía sentimientos y de que su cerebro no estaba vacío como todos decían y que lo peor era lo cómoda que me sentía al hablar con él de todo, no exagero, literal de todo.

Entonces llegamos esta noche.

-¿Qué paso?- Respondí de la manera más chocante que pude, con la esperanza de que no me respondiera, de que nunca volviera a escribir; pero en cambio obtuve respuesta tras respuesta a tal punto que me sentí mal - ¡me sentí mal por ser tan gruñona!- maldita sea este estado de ánimo tan voluble.

Sentenció que no debía pagar mi odio con los demás –es cierto- pero la verdad me importaba poco y me llamo ¡maldita sea me llamo! Dude al contestar ya que seguro se equivocó, pero no

Y por ese momento fui vulnerable, él idiota se preocupó por mí, no me había dado cuenta que necesitaba hablar con alguien de lo que sea, no tocamos ningún tema en particular profundo, pero recordé lo que me gustaba de él que aparte de mostrarle al mundo de que era un imbécil tenía la materia gris en pleno funcionamiento.

-¿Lo odio?

-No- me respondí a mí misma.

Me invito unas cervezas pero recordé que así empezó todo y no acepte, pero al colgar empecé a llorar y llorar, tal vez esta sensación de desencanto es algo más que solo una sensación, pero llorar me hizo sentir, sentirme inspirada y un poco más viva.

Él quizás me trajo de vuelta.

Gracias idiota.

Comments


BÚSQUEDA POR TAGS: 

© 2023 por Secretos de Armario. Creado con Wix.com

  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page