11:11
- Carla Messori
- 16 nov 2017
- 2 Min. de lectura
Estoy sentada sola en la barra del bar de siempre, pido vodka con jugo de arándano, hoy fue un día largo en la oficina, mi clienta Paula está teniendo un divorcio terrible con su infiel futuro exesposo.
Me sirven mi trago y tengo que admitir que es refrescante; me enfoco en la música de fondo, no la conozco pero me gusta, trato de desconectarme, pienso en que el bar no está muy lleno cosa que gusta, puedo ver si hay alguien que llame mi atención y resulta que si… Se encuentra sentado al otro extremo del bar esta con un par de amigos, parece que acaban de salir del trabajo, llevan las corbatas flojas, los primeros botones de la camisa están desabrochados y las mangas arremangadas, tengo que admitir es muy, muy guapo, es alto de buena contextura con cabello obscuro, bien peinado y con una barba de unos 15 días perfectamente recortada, en fin me gusta lo que veo.
Son las 10:15 PM, y necesito hacer contacto visual con él ya que quiero que él sea quien se acerque a mí y tengo menos de una hora… ¿Por qué? Las 11:11 es mi hora, mi número, me parece especial y si él no viene a mi antes de esa hora iré yo, será mi “deseo” y sería en tal caso mi trabajo ir a cumplirlo. Pido otro trago y me volteo a verlo y ¡me ve! estoy segura, tan segura que me guiña un ojo, sé que fue conmigo, sigue hablando y riendo con sus compañeros, ocasionalmente, revisa su reloj, me ve y me sonríe; ¿Por qué ve tanto su puto reloj?
-Se llama Marcus- dice el barman a mis espaldas.
-¿A qué te refieres?- digo mientras me volteo.
-El tipo que estás viendo se llama Marcus, viene usualmente luego del trabajo.
-¿En que trabaja?
-Trabaja en una oficina de relaciones públicas muy cerca de aquí- el barman dice eso y se va un extremo de la barra a servir unos wiskis a unos tipos sentados al otro lado de la barra.
Me regreso a observar a Marcus, y chequeo la hora en mi celular son las 11… wow el tiempo ha pasado muy rápido entre tragos y ver a Marcus, queda poco tiempo, me ve de nuevo y esta vez da una amplia sonrisa antes de ver su reloj de nuevo, ¿Será que espera a que yo vaya? ¿Qué clase de ego tendría si espera eso? Un idiota sin duda.
Reviso mi reloj y son las 11:10 PM ¡Maldición! Me volteo y pido un chupito de tequila, el barman sirve dos chupitos y pone una cara divertida, no entiendo y antes de que me lo tome escucho…
-11:11, pide un deseo- dice alguien a mi espalda-volteo y oh por Dios es Marcus, sus ojos son claros, como la miel.
-Ummm… ¡Ya!- digo con una sonrisa, con tal ya tenía mi deseo desde hace rato, le guiño un ojo al barman y le entrego el chupito a Marcus.

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