Alicia
- Carla Messori
- 31 oct 2017
- 2 Min. de lectura
Estoy en el cementerio con mi mamá vinimos a traerle flores a mi padre como todos los años en este día, nos dejó cuando yo era un niño, no lo recuerdo mucho, solo traigo las flores por respeto y dejo a mi madre para que converse con él, no sé porque lo hace pero creo que se siente bien haciéndolo, así que la dejo sola y me dirijo a uno de los bancos de cemento y me siento al lado de una joven pelirroja, de unos 17 años, con ojos muy grandes, su piel es blanca y con pecas, lleva vaqueros y un suéter verde que resalta aún más su color de cabello.
Me siento en silencio no soy la personas más conversadora que existe.
-¿A quién viniste a visitar?- dice la joven a mi lado, su voz es muy suave
-Mmm… vine a traerle flores a mi padre.
-¿Falleció hace tiempo?
-Hace casi 12 años- debería hacer la conversación reciproca ¿no? - ¿y tú a quien vienes a visitar?
-Vengo a ver a mi mamá.
-Uy, lo siento.
-Tranquilo – dice sonriendo y pienso “bien fin de la conversación”.
-¿Lo recuerdas?
-Para ser honesto no recuerdo mucho de él- esta chica es muy linda- murió cuando yo tenía 8 años, tengo historias claras pero no son muchas- respiro -¿Tu recuerdas a tu mamá?
-Lastima, yo sí la recuerdo tan claramente como si la estuviera viendo ahora- dice encogiéndose de hombros- Soy Alicia por cierto- dice sonriendo.
-Soy Mario- dejo de verla porque noto que mi mamá se acerca hacia mí, creo que ya dejo de hablar con papá.
-¿Hijo con quien hablas?
-Amm… mamá ella es Alicia…- volteo para dirigirme a Alicia ¿Y… Alicia?
-Mario, llevo rato viéndote hablar solo –se me pone la piel de gallina–ahí no había nadie- dice señalando el espacio a mi lado.
Camino fuera del cementerio vía el estacionamiento lo más rápido que puedo pero una mujer como de 45 años llama mi atención ya que es pelirroja, me acerco hacia ella sin pensarlo, está colocando flores en una tumba la tumba dice Alicia Romano 1992-2011, se me eriza el vello de la nuca y siento que se hiela la sangre, mi madre me sigue de cerca.
Me quedo viendo la foto que reposa en la lápida es ella, la chica, la Alicia con quien hablaba -¿Disculpe es usted su madre?
-Sí, si lo soy ¿Conoció a mi Alicia? –recuerdo que me dijo “como si la estuviera viendo ahora”
-Estem… no precisamente- tomo a mi mamá del brazo y la jalo –Disculpe, que tenga buena tarde- no pare hasta salir del cementerio.

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